El estrés es una respuesta biológica natural diseñada para ayudarnos a enfrentar desafíos. En su forma más básica, el estrés nos prepara para actuar, incrementa nuestra alerta y nos impulsa a solucionar problemas, ¡eso nos ayuda mucho!
Pero, cuando esta respuesta se vuelve crónica o excesiva, comienza a tener efectos negativos tanto en la salud como en el rendimiento de un equipo.
De acuerdo con la American Psychological Association (APA) los altos niveles de estrés están asociados con disminución de la productividad, aumento de errores y deterioro en la toma de decisiones (American Psychological Association, 2020). Es por esto que, para los líderes, gestionar el estrés no solo es importante para el bienestar emocional del equipo, sino también para su desempeño general.
De lo negativo a lo positivo: Estrategias para transformar el estrés
1. Mindfulness
Muchos piensan: ¿qué es eso? o es difícil, no puedo meditar ni poner la mente en blanco. Pero el mindfulness no se trata de "poner la mente en blanco" ni de alcanzar un estado especial. Es, sencillamente, aprender a poner atención al momento presente.
En los últimos años, el mindfulness ha ganado popularidad en los entornos laborales como una de las herramientas más efectivas para gestionar el estrés. Y no es solo una tendencia; estudios en neurociencia respaldan su capacidad para reducir los niveles de cortisol (la hormona del estrés) y mejorar nuestra capacidad de respuesta emocional.
Practicar mindfulness permite a los equipos hacer una pausa consciente, disminuir la reactividad emocional y responder de manera más reflexiva. Un estudio de la Universidad de Harvard encontró que quienes practican mindfulness de forma regular son mejores para gestionar situaciones de alta presión, logrando así una toma de decisiones más efectiva (Goyal et al., 2014).
¿Cómo se implementa en equipos?
He tenido la oportunidad de trabajar con equipos de distintas industrias para ayudarlos a integrar el mindfulness en sus rutinas laborales. Entrenamos en sesiones breves de mindfulness antes de reuniones importantes o en momentos de alta presión. En pocos minutos, los equipos logran un estado de mayor concentración y calma, lo que mejora la toma de decisiones y reduce la tensión emocional acumulada. Cada equipo es único, y adapto las técnicas según sus necesidades y dinámicas.
La clave es la constancia, ya que la práctica regular fortalece la capacidad del cerebro para responder con calma ante los retos. Puedes probar el ejercicio grabado "Soltar tensiones en 5 minutos" haciendo click aquí
2. Autocompasión
La autocompasión es una herramienta clave para gestionar el estrés. Cuando somos severos con nosotros mismos tendemos a generar cortisol, la hormona del estrés. Hay personas sumamente exigentes consigo mismas, con un diálogo interno negativo, y cuando entramos en un bucle automático es muy probable que no solo lo generemos hacia nosotros, sino que tengamos actitudes hostiles, o ansiosas con los demás.
Piensa en las veces, en las que te has juzgado con más dureza de la que aplicarías con otros, -le pasa a más personas de las que te imaginas- . Esa dureza aumenta los efectos del estrés. Practicar la autocompasión permite tratarnos con amabilidad en momentos difíciles, reduciendo la presión interna y mejorando el rendimiento a largo plazo.
La Dra. Kristin Neff, experta en autocompasión, ha demostrado que quienes practican esta habilidad desarrollan una mayor resiliencia emocional y se recuperan con más rapidez de los efectos negativos del estrés (Neff, 2003). En entornos de alta demanda, donde los errores son inevitables, la autocompasión puede marcar una gran diferencia.
¿Cómo se refleja en el equipo?
Si eres un líder, para crear un clima positivo que fomente un estrés positivo necesitas la compasión y la autocompasión. Comienza fomentando un ambiente donde se valore el esfuerzo por encima de los resultados inmediatos. Todos nos equivocamos, y no todos sabemos todo ni tenemos la respuesta correcta todo el tiempo, la clave está en el esfuerzo y el compromiso por mejorar.
Como líder, puedes dar el ejemplo mostrando comprensión ante los errores y señalando que son una oportunidad de aprendizaje para el equipo e impulsar eso no con una frase pasajera, sino como una buena práctica. Revisa con tu equipo aquello que han aprendido de los errores y de los éxitos. Cambiar el diálogo interno en el equipo ayuda a crear una cultura de bienestar y fomenta una mentalidad de crecimiento.
A lo largo de mi experiencia, he visto cómo pequeños cambios en la forma en que las personas se hablan a sí mismas pueden transformar por completo el ambiente de trabajo y además, rápido. Cuando los equipos practican la autocompasión, el estrés disminuye y las relaciones mejoran, creando un espacio donde todos se sienten seguros para aprender y crecer, incluso a partir de los errores. Si queremos un clima positivo necesitamos generar confianza y seguridad psicológica.
3. Reprograma el cerebro para mejorar la respuesta
A lo largo de los años, la investigación ha mostrado que el cerebro es capaz de cambiar y adaptarse, un proceso conocido como neuroplasticidad. Esto significa que es posible entrenar al cerebro para que responda de manera más calmada y eficiente frente al estrés.
No te estresan las mismas cosas que el día 1 en tu trabajo, ¿cierto? Has desarrollado práctica, habilidad y conocimiento, gracias al estrés positivo.
El estrés para Kelly McGonigal es lo que aparece cuando algo que te importa está en riesgo. La clave es recordar que somos capaces, que tenemos todo lo que se necesita para sobreponernos al estrés y que nuestro cuerpo se prepara para ayudarnos.
Revisa este post para saber más. Cómo el estrés puede contribuir a que tengas una mejor vida, más plena, placentera y significativa.
He tenido la oportunidad de entrenar a equipos en el uso de técnicas basadas en la neurociencia para mejorar su respuesta al estrés. La neuroplasticidad no es solo una teoría, es algo que he visto funcionar en la práctica. Mediante la práctica de la mentalidad de crecimiento, la meditación y otros ejercicios de regulación emocional, los equipos con los que he trabajado han logrado aumentar su claridad mental, y esto les permite tomar mejores decisiones estando bajo presión.
El rol del liderazgo en la gestión del estrés
Es importante entender que, como líderes, desempeñamos un rol fundamental en la forma en que nuestros equipos gestionan el estrés. Los líderes que adoptan un enfoque basado en el bienestar emocional y la salud mental no solo logran mejorar el rendimiento de sus equipos, sino que también crean una cultura laboral más positiva y comprometida.
Si eres líder, la próxima vez que sientas que el estrés está afectando a tu equipo, recuerda que no es el estrés en sí el problema, sino la forma en que lo gestionamos. Con las herramientas adecuadas, puedes convertir el estrés en una fuerza que te impulse a tener la vida y los resultados que buscas.
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Referencias APA:
American Psychological Association. (2020). Stress in America: Stress and health disparities. Retrieved from https://www.apa.org/news/press/releases/stress/2020/report
Goyal, M., Singh, S., Sibinga, E. M., Gould, N. F., Rowland-Seymour, A., Sharma, R., & Haythornthwaite, J. A. (2014). Meditation programs for psychological stress and well-being: A systematic review and meta-analysis. JAMA Internal Medicine, 174(3), 357-368. https://doi.org/10.1001/jamainternmed.2013.13018
Hölzel, B. K., Carmody, J., Vangel, M., Congleton, C., Yerramsetti, S. M., Gard, T., & Lazar, S. W. (2011). Mindfulness practice leads to increases in regional brain gray matter density. Psychiatry Research: Neuroimaging, 191(1), 36-43. https://doi.org/10.1016/j.pscychresns.2010.08.006
Neff, K. D. (2003). The development and validation of a scale to measure self-compassion. Self and Identity, 2(3), 223-250. https://doi.org/10.1080/15298860309027
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